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Rendirse

"Rendirse"
Acrílico y óleo sobre tela. 73x92 cm.
Año 2012


Por regla general, cuando emprendemos un viaje, lo hacemos ilusionados ante las maravillas que esperamos encontrar al llegar a nuestro destino, y no nos damos cuenta de que lo verdaderamente hermoso del paseo se encuentra en el camino, y no en la meta final. La vida es una de esas aventuras que nos muestran con claridad este hecho, porque cuando nos acerquemos al final del trayecto, lo único que importará entonces es lo que veamos cuando dirijamos nuestra mirada hacia atrás. ¿Habremos asimilado, al final de nuestros días, las lecciones que nos propusimos aprender antes de dar comienzo nuestra travesía? ¿Habremos sido capaces de desplegar todos nuestros talentos para cumplir la misión que vinimos a realizar? Éstas serán las preguntas que nos asaltarán en ese momento. Parece que siempre depositamos más fe en aquello que se encuentra fuera de nosotros, como si nos costase entender que únicamente podemos vivir una vida con sentido si hacemos caso a nuestro corazón, y no al juicio y a las opiniones de los demás. Oponernos a los deseos de nuestra propia alma para encajar en las mentes de quienes nos rodean, significa sacrificar el brillo del que somos portadores, y que lucha por salir para iluminar la oscuridad que reina en el mundo, y también para llenar el vacío en los corazones de aquellos que no han encontrado aún sus alas. Abandona la batalla y ríndete ante la grandeza de tu esencia. Puede que no sea fácil en un comienzo renunciar al falso esplendor que nos promete el discurso del ego, pero tendrás aseguradas las respuestas a esas dos preguntas que te formularás cuando llegue el inevitable momento en el que todos desearemos que la voz desnuda de nuestra alma se haya convertido en nuestra propia voz.


Fertilidad

"Fertilidad"
Acrílico y óleo sobre tela. 92x73 cm.
Año 2012


“Solo existen dos días en el año en los que nada puede ser hecho. Uno se llama ayer y el otro mañana. Por lo tanto hoy es el día ideal para amar, creer, hacer y principalmente vivir“. - Dalai Lama

En esta corta y sencilla frase queda condensada toda la sabiduría del momento presente, el único tiempo del que disponemos realmente, y el único que te permite estar aquí y ahora viendo esta imagen y leyendo mis palabras. Pensar en el mañana no conseguirá que éste llegue antes. Cada cosa tiene su propio tiempo: los bebés tardan nueve meses en salir del vientre de su madre,  las semillas que plantamos también requieren de un tiempo para que nos den sus frutos. Ése es el auténtico secreto de la fertilidad, sembrar y saber esperar pacientemente mientras nos ocupamos de las tareas que pertenecen al día de hoy. Todos poseemos una mente extraordinariamente creativa, un terreno fértil en el que sembrar nuestra simiente. Sin embargo, si queremos ver germinar nuestra obra algún día, tendremos que rociar esta tierra a diario con amor, y no con los devastadores vientos de la preocupación. También tenemos que ser muy precavidos con el tipo de semillas que plantamos. ¿Cuáles son las tuyas? Amor, lealtad, compromiso, alegría, disciplina, esfuerzo; o por el contrario estás diseminando violencia, rencor, envidia y miedo. Presta mucha atención a lo que siembres hoy, porque llegará un día en el que tendrás que recoger tu propia cosecha.