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Mágicos momentos

"Mágicos momentos"
Acrílico sobre tela. 100 x 73 cm.
Año 2013

La vida es una línea que surca la existencia, cuya trayectoria comienza con un sueño y culmina con un despertar. Unas veces recto, otras torcido, este trazo siempre nos conduce hasta nuestro destino. Cuando somos niños, nuestro soñar, ligero aún, se encuentra repleto de mágicos momentos. Instantes que quedarán para siempre atesorados en la memoria; olores, colores y sonidos de un mundo prodigioso en el que vivimos algún día, y que son la llave que abre las puertas a la felicidad. Es imposible recuperar ya ese pasado, aunque sí podemos ver el presente y el tiempo que ha de venir con la misma mirada de entonces.


Despertar

"Despertar"
Acrílico y óleo sobre tela. 120 x 81 cm.
Año 2013

En mi opinión, somos capaces de mucho más de lo que pensamos. Nos hemos instalado, sin embargo, en una zona de confort que mantiene plegadas nuestras alas; llevando una existencia a ras del suelo, y renunciando a las alturas que un día soñamos con alcanzar. Nada ocurre por azar y, si estás leyendo estas líneas, es posible que el despertar esté cerca. Gradualmente, ve desperezando tu vida y preparándote para emprender tu vuelo.


Fantasía

"Fantasía"
Acrílico y óleo sobre tela. 114 x 97 cm.
Año 2013

La vida se torna vacía y pobre sin la presencia de la fantasía. El imperio del intelecto trasforma nuestro panorama interno en un universo restringido a los límites de lo imposible. La razón levanta muros alrededor de nuestros potenciales; la imaginación, los supera. Aunque hay que reconocer que una mente soñadora en exceso puede perderse por los caminos vanos de sus propias ilusiones. El secreto se encuentra en el equilibrio justo de estas dos cualidades, y en el orden en el que les permitimos actuar en nuestros proyectos. Primero sueña, y después permite que tu razón guíe esos sueños hacia la realidad.


Alegría

"Alegría"
Acrílico y óleo sobre tela. 73 x 81 cm.
Año 2013

La cara es el espejo en el que se refleja nuestro sentir. Al mirar a nuestro alrededor, todos buscamos sonrisas que devolver y que coloreen nuestros estados de ánimo. ¿Será que queremos encontrar fuera, para contagiarnos, la felicidad que a veces nos cuesta encontrar dentro de nosotros? ¿O será que necesitamos mantener a la tristeza a raya para que su sombra no enturbie nuestras experiencias? Sea lo que sea, la alegría no es más que el conjunto de tonos vivos y brillantes que colorean nuestras vidas; y si no derramamos estos pigmentos en nuestra paleta, tampoco los encontraremos en el lienzo que contemplemos.

La otra cara

"La otra cara"
Acrílico y óleo sobre tela. 73 x 81 cm.
Año 2013

No es posible conocer la alegría sin saber lo que es la tristeza. Y es que siempre necesitaremos de los contrastes para medir el grado en el que nos satisfacen nuestras experiencias. Luz y oscuridad, frío y calor, placer y dolor, alegría y tristeza…Todo tiene su otra cara; aquella que hace que cada vivencia sea más intensa comparándola con su contraria. Los momentos amargos no son nuestros enemigos, sino nuestros maestros: nos enseñan a apreciar el sabor de lo dulce y a que nos esforcemos a salir de las sombras cuando éstas se ciernen sobre nuestros corazones.


Alcanzar un sueño

"Alcanzar un sueño"
Acrílico sobre tela. 116 x 81 cm.
Año 2013

Existe un lugar, al que únicamente tú puedes llegar, donde todo lo que parece inalcanzable se transforma en posible; donde todos los secretos y misterios del universo se desvelan; y donde todos los sueños se hacen realidad al instante. Ese lugar está cerca; ese lugar eres tú.


Sensibilidad

"Sensibilidad"
Acrílico y óleo sobre tela. 114 x 73 cm.
Año 2013

Sólo en la quietud de los sentidos le es posible al corazón abrirse a los dones del alma. En el silencio, la razón se ausenta para que un mundo escindido en fragmentos regrese de nuevo a la unidad. Emerge pues una nueva mirada, plena de sensibilidad, que desvela la esencia de las cosas. El alma se conmueve al reconocerse a sí misma en todo lo que contempla y reúne, uno a uno, los retazos de belleza extraviados en las gélidas manos del intelecto. Es entonces cuando un poema, una melodía o cualquier otra obra recuperan su vigor para estremecer conciencias, y se despierta en nuestro pecho un suave aleteo que arranca de nuestros ojos lágrimas de gozo.



Pasión y armonía

"Pasión y armonía"
Acrílico sobre tela.100 x 130 cm.
Año 2013

“El Espíritu danza sin cesar;
aferrado al talle de la realidad,
entre la quietud y el estruendo
dirige sus pasos.”

Cuando nuestras almas desembarcan en este mundo, sus primeros pasos sobre tierra firme avanzan colmados de poderosas intenciones. Comienza entonces una danza con la existencia, un proceso de ajuste entre el noble ideal que portamos en nuestras conciencias y la presión que ejerce la realidad sobre nuestra voluntad zozobrante. Sólo el ardor que emana de una pasión auténtica por nuestras aspiraciones impedirá que los gélidos aires de la razón alcancen a sofocar la llama de nuestra esencia. Sólo un corazón incendiado por la hoguera del espíritu logrará conquistar la armonía entre lo interno y lo externo, imponiendo su música y sus movimientos en el baile con la vida.